13 septiembre 2009

NOS TRASLADAMOS

Los Paradigmáticos, después de 65 entradas en este blog, hemos decidido hacer las maletas y mudarnos a una nueva casa, más amplia y con vistas al mar.
Nuestra nueva dirección es:



http://www.paradigmalibro.com/



Os esperamos.

10 septiembre 2009

NUEVAS ESTRATEGIAS DE DIFUSIÓN DEL LIBRO

En unos días marcharemos a Tenerife para participar en una mesa redonda que bajo el título muy sugestivo de "Las nuevas estrategias de difusión del libro" será abordada en el Salón Internacional del Libro Africano. El Salón coincide con la celebración del VII Encuentro de Editores en Canarias, que tendrá lugar del 24 al 27 de septiembre en el Castillo San Felipe del Puerto de la Cruz (Tenerife).


La mesa está programada para el sábado, día 26, y el debate versará sobre las estrategias seguidas por los profesionales del sector para difundir el libro. En la mesa, según el comunicado de prensa de Baile del Sol, una de las editoriales organizadoras del Salón, "intervendrán algunos de los especialistas españoles más destacados en el conocimiento y manejo de nuevas herramientas de promoción editorial, como son los blogs y las redes sociales especializadas. Francisco Javier Jiménez y Manuel Gil, ambos del blog Paradigma Libro, conversarán con Óscar Sipán, escritor y editor (Tropo), y serán moderados por el periodista Eduardo García Rojas, conocido también por sus contribuciones al blog El Escobillón".

El debate promete. Os esperamos en Tenerife.

04 septiembre 2009

STAND BY Y OTOÑO EDITORIAL CALIENTE

Ya estamos aquí de nuevo. Hemos estado missing durante el periodo vacacional, zambullidos en buenas lecturas, viajes laberínticos, reponedoras siestas y mejores encuentros gastronómicos. Pero hay que volver, y en breve, tras unos días en modo stand by, los paradigmáticos prometemos retomar nuestra actividad.

Estamos migrando el blog a una nueva plataforma que nos asegurará un nivel de prestaciones muy superior, por lo que os rogamos un poquito de paciencia a los amigos que nos leeis con asiduidad.

A partir de la próxima semana entraremos de nuevo al trapo con nuevas e incisivas entradas sobre el sector del libro. La nueva dirección del blog os la comunicaremos en breve.
El otoño libresco y editorial se presenta caliente, muy caliente. Os contaremos... en breve.

29 julio 2009

EL LABERINTO DIGITAL... A VUELTA DEL VERANO

Llegamos, por fin, al anhelado veraneo, que no vacaciones, con un anticipo y una invitación. Septiembre y octubre nos prometen más debate sobre el laberinto digital, y varios son los anuncios y convocatorias que desde distintos foros nos han llegado ya. De las convocatorias de septiembre destacamos:


    -Interliteral, II encuentro de literatura digital, que desde el 17 al 18 de septiembre, en Jaén, refelxionará sobre el futuro de la creación literaria en el entorno digital.

-El Hay Festival de Segovia, del 23 al 27 de septiembre, dedicado a la arquitectura, reservará un espacio para un encuentro dedicado a la reflexión sobre el futuro de los blogs como alternativa de negocio.

-El Salón Internacional del Libro Africano (SILA), del 24 al 27 de septiembre, en Tenerife, alojará el II Encuentro de Editores, que este año abordará el impacto de Internet y de las redes sociales en la promoción del libro y de los escritores.

De los anuncios, el más esperado. Apple parece ser que por fin da el paso y anunciará -según los rumores- en septiembre el lanzamiento navideño de la nueva Tablet PC, que tras un acuerdo con EMI, Sony Music, Warner Music y Universal Music Group, ofertará un nuevo modelo de distribución de música y probablemente de libros digitales, en competición directa con Kindle de Amazon.

Por lo demás, los editores ya andamos a vueltas con el papeleo de Liber 2009, a celebrar este año en Madrid, con Rusia como país invitado. A todos les llamará la atención la foto que los organizadores de la Feria Internacional del Libro han elegido para el diseño de la invitación profesional que deberemos en breve hacer llegar a nuestros clientes y amigos: Un joven con un cacharro digital en las manos, leyendo Los tres mosqueteros, de A. Dumas. Tiene bemoles la cosa. ¿Qué editor tiene alguna sorpresa digital preparada para presentarla en IFEMA?


Nos despedimos hasta septiembre. Durante estos días les invitamos a dejarse mecer por la serenidad, la buena compañía, conversaciones enrriquecedoras y lecturas reponedoras.
A nosotros nos encontrarán ... leyendo. Porque sí.

23 julio 2009

A PROPÓSITO DE LARSSON (Y 3): VENTA A ZAFONAZOS

Durante los ultimos días hemos visitado numerosas librerías, y hemos podido constatar que los libros de Larsson son pedidos y comprados con ansiedad por infinidad de personas, nadie quiere quedarse sin la tercera parte –sin ya ha leido los dos primeros volúmenes de la trilogía–, o se ha decidido por fin a incarle el diente, «al menos el primero», para quitarse el gusanillo de la curiosidad que ha suscitado este fenómeno social.

Porque estamos ante esto, al igual que lo han sido las pandemias de los virus Zafón-2 y Potteriana 5-7. Pero lo asombroso (¿lo sigue siendo para alguien?) es que las librerías están bastante vacías, siguen vacías, de lectores, de clientes y, si seguimos a este ritmo de devolución... de libros.

En cualquier caso, los libreros nos insisten en que la aparición del tercer volumen de Millenium ha reactivado, un poco al menos, el tráfico a las librerías. Por cierto, hace unos días leíamos cómo ha descendido el índice de afluencia a los centros comerciales –Indice Experian Footfall- en España. Este informe mide la afluencia a los centros comerciales, y arroja en España un dato significativo: el descenso en mayo de un 5,2% en comparación con mayo de 2008. Según el informe, se deteriora también el índice acumulado que se situa ahora en -1,7%, frente al -0,9% del apsado mes de abril.

Parece ser que lo preocupante no es la bajada, sino el cambio que el informe muestra en la estacionalidad del sector, ya que tradicionalmente mayo era un mes alzista en afluencia. De hecho, la última semana de mayo arroja un descenso del 11,5% respecto de la misma semana del año anterior.

Nos surge una reflexión al hilo de estos datos. Hay cadenas de librerías que han optado por crecer instalándose en estos mall y centros comerciales, en vez de hacerlo en núcleos poblacionales urbanos. Estas sucursales de las cadenas venden poco o nada de lunes a jueves, comenzando una recuperación a partir del viernes, para centrar el grueso de sus ventas los fines de semana y festivos. ¿Cómo estarán ahora mismo esas librerías? ¿Les está salvando los libros de Larsson? ¿Qué margen porcentual de devolución por encima del ejercicio anterior están generando a marchas forzadas estos puntos de venta al grito de «más madera»?

Efectivamente, nos llegan noticias de otra avalancha de devoluciones, sinónimo de una situación de crisis más que preocupante. Según los usos y costumbres tradicionalmente esgrimidos en este sector, los meses de abril, mayo y junio eran potentes en ventas, y las devoluciones de junio y julio estaban controladas. El problema es que las devoluciones no han bajado su ritmo, quizá aumentado, desde noviembree pasado. Esto empieza a sonar no a anomalía, sino a un cambio estructural.

Seguimos analizando las cosas según esos «usos y costumbres» y, claro, no entendemos nada, porque en vez de mirar lo que pasa ahí fuera, seguimos mirándonos el ombligo. ¿No tendremos que empezar en el sector del libro a hablar de «ciclos de consumo»? Desde San Jordi y las Ferias del Libro la gente ha ahorrado (¿algo?) para poder consumir en vacaciones, y a la vuelta, inevitablemente, comenzará a ahorrar para poder consumir en Navidad. Los hábitos de consumo respecto del libro están cambiando, y parece que fenómenos como Millenium se repiten con mayor frecuencia, de tal manera que el sector se va a tener que readaptar para vender a zafonazos, para vender algo al menos.

Ante esta economía de crisis, otros sectores saben reaccionar, inyectando cintura a la banda de precios. ¿Para cuándo será inevitable el fin del precio fijo para el libro? ¿Para cuándo será inevitable la posibilidad de hacer rebajas del libro? En todos los sectores del consumo moderno las rebajas y promociones incentivan la demanda y reducen stocks. Aquí, con no subir demasiado los precios nos conformamos, aunque el consumidor reclame otras cosas.

Lean, lean a Larsson. Y acuérdense también de Tolstoi, Dostoievski, Thomas Mann, Joseph Roth, Stefan Zweig, y de Pérez Galdós, Valle-Inclán, Unamuno, Baroja, Lorca, Vila-Matas, Pérez Reverte. Y sobre todo, lean lo que les de la gana.

22 julio 2009

A PROPÓSITO DE LARSSON (2): ¿LIBROS PARA PENSAR?

En el pasado Encuentro de Editores de Santander, en la mesa sobre edición de «libro de ensayo», tuvimos ocasión de asistir a un nuevo asalto del debate edición cultura versus edición mercado. Aunque nos declaramos firmes defensores y frecuentadores de lo que el maestro Einaudi denominaba «edición-sí», que tan oportunamente Jorge Herralde nos recordó a todos los asistentes, el debate cultura/mercado se reactivó entre los editores con ocasión de un comentario a la trilogía de Larsson.

Algún editor se atrevió a afirmar que él editaba sólo libros «para pensar», mientras que el representante de Planeta defendió unos libros escritos con calidad por un periodista de reconocido prestigio en su país. Al margen de elitismos trasnochados, lo que se impone es la realidad. En un sector acosado por la crisis en términos relativos, ver a la gente en el metro y en los autobuses con los libros de Larsson es algo que mueve abiertamente a reflexión. El descomunal nivel de ventas alcanzado en tan poco tiempo por esta trilogía, con una compra compulsiva del tercer volumen el mismo día de su aparición en librerías, obliga al sector, a editores y libreros, a reflexionar sobre este fenómeno, trascendiendo un maniqueo debate cultura/mercado. Nos hacemos varias preguntas:

  1. ¿No son los libros de Larsson algo más que un simple best seller?
  2. ¿Responden a un moda o a una tendencia sociológico-comunitaria?
  3. ¿Estamos ante un caso a estudiar por los profesores de marketing de ventas o por los sociólogos que estudian los hábitos de consumo?

Leyendo estos días a Rogert Chartier, investigador sobre el mundo de la cultura escrita, el libro y la lectura de la Modernidad a nuestros días, leíamos una peculiar definición del concepto «cultura» que nos puede ayudar a arrojar luz a este fenómeno: «aquella manifestación que articula las producciones simbólicas y las experiencias estéticas sustraídas a la urgencia de lo cotidiano, con los lenguajes, los rituales y las conductas gracias a los cuales una comunidad vive y reflexiona su vínculo con el mundo, con los otros y con ella misma».



No hay lugar a dudas de que la millonaria venta de la trilogía de Larsson, además de una moda, un negocio para un editor, varios distribuidores y cientos de puntos de venta, incluidas librerías independientes, podríamos calificarla de «producción simbólica» de la sociedad occidental. Algunos periodistas han bautizado a estos best seller como «de calidad», para distinguirlos de otros productos de secuelas de algún éxito cinematográfico, o provocadores del mismo, cuya calidad literaria deja mucho que desear.

Con Larsson, y no nos pongamos puristas, está ocurriendo que gusta a unos y a otros, a los exquisitos y a la masa. No sabemos si los libros de Larsson son una joya literaria, pero desde luego su virtud de entretenimiento no está reñida en absoluto, en principio, con una segunda lectura «para pensar». Desde luego, este fenómeno nos debería hacer «pensar» a los artífices del sector, a descubrir que tras la trilogía de Larsson se esconde no sólo un negocio, sino un fenómeno de masas, en definitiva, un discurso que trasciende la materialidad de los libros.



Leyendo de nuevo a Chartier, recordamos que I. Kant, en su Metafísica de las costumbres (1796), constataba la doble naturaleza del libro, material y discursiva, y distinguía así entre el libro como «opus mechanicum», como objeto material, que pertenece a su comprador, y el libro como discurso dirigido a un público, que sigue siendo propiedad de su autor y que sólo puede ser puesto en circulación por sus mandatarios. Implica por tanto la separación entre la identidad esencial de la obra y la pluralidad indefinida de sus estados, o si queremos, entre la sustantividad y el accidente, el texto ideal y trascendente, por un lado, y las formas múltiples de su publicación, por otro.

Larsson seguirá siendo un fenómeno social cuando esté disponible en formato de bolsillo, incluso cuando la plataforma digital de Planeta lance la trilogía en formato e-book allá por Navidad. Y aquí se produce la paradoja: los defensores del ensayo, de los «libros para pensar», alegaban una concepción idealista de la edición, que ahora, comprobamos con estupor, se vuelve en su contra. Como nos recuerda Chartier, David Kastan califica de «platónica» la perspectiva según la cual una obra trasciende todas sus posibles encarnaciones materiales, y de «pragmática» a la que afirma que ningún texto existe fuera de las formas materiales que lo dan a leer o a oír.

Pues bien, a pesar de la venta inmediata y millonaria y del ruido mediático de los «tochos» de Larsson (lectura pragmática), creemos que este fenómeno (lectura idealista) trascenderá los soportes. Como paradigma de una revolución social, económica y cultural, la trilogía Millenium anuncia nuevos tiempos para el mundo del libro, donde éste se ha incorporado a la lógica de los fenómenos de masas dentro del gran consumo de productos culturales, a analizar no por índices de lectura (profesores y académicos) sino por hábitos de consumo (sociólogos y directores de marketing).
Cultura y mercado no se excluyen, pues. La gran pregunta a hacerse es ésta: ¿Un fenómeno editorial como éste hace vender otros libros? Es decir, después de Millenium ¿qué?

16 julio 2009

A PROPÓSITO DE LARSSON (1): ¿EN QUÉ SE PARECE UN BEST SELLER A UNA HAMBURGUESA?

Llegó el verano y los libreros andan como locos montando escaparates e ingeniándoselas para vender a cuchillo el último libro que cierra la trilogía de Larsson, talismán al que el sector ha dotado de los mágicos poderes que nos sacarán de la ya asumida crisis del libro. Los libreros quieren hacer caja como sea, los distribuidores esperan que esas ventas millonarias frenen el tsunami de la devolución (de los «otros» libros, claro), y los «otros» editores se debaten entre presentar su próximo plan editorial o dedicarse a vender lencería gruesa, porque ya no saben qué hacer con las fajas de sus libros no vendidos.

La culpa de todo, según algunos, la tiene la homogeneización de la demanda, o sea, los best sellers, que están erosionando el mercado, generando con la pandemia lectora anomalías perjudiciales para todo el sector. Pero, ¿qué es un best seller? Contesta a la pregunta el escritor y editor mexicano Roberto Pliego en el último número de la revista Texturas:
  1. Best seller: término acuñado por Harold Bell Wright en 1902, al que definió como «comida sencilla para gente sencilla».
  2. Mucho antes de que se hablara de industria del libro o de sociedad de masas, el best seller ya estaba allí: Los muchachos de la montaña verde (1839), de Daniel P. Thompson alcanzó 50 reimpresiones en veinte años; La cabaña del Tío Tom (1852), de Harriet B. Stowe, vendió 300 mil copias en un año.
  3. El best seller no se escribe para hacer literatura, sino para hacer sonar la caja registradora.
  4. El best seller es el libro que vende el mayor número de ejemplares en el menor tiempo posible: el Quijote, la Biblia o Cien años de soledad no son best sellers.
  5. El best seller es un producto que es signo de la rapidez y que está vacunado contra la relectura.
  6. Nada más ajeno al lector de best seller que una biblioteca... o una librería.
  7. El best seller es ajeno a la crítica literaria o a la historia de la literatura: no precisa análisis, solo busca experiencias inmediatas.
  8. Al best seller le beneficia el precio libre y la manga ancha en la propiedad intelectual y los derechos de autor.
  9. El autor de best seller no rinde cuenta a la literatura, sino al director comercial de la editorial.
Hace unos días, en una de nuestras clases en el Master de Edición de la Universidad de Salamanca, en asociación con Santillana, los alumnos nos interrogaron sobre el casi inevitable tema de la venta compulsiva de los libros de Larsson; fruto de la charla posterior surgió la siguiente pregunta: ¿Por qué los éxitos editoriales y los grandes bestseller recaen en la mayoría de las ocasiones, estadísticamente hablando, en dos o tres grandes grupos editoriales? Se nos ocurren las siguientes hipótesis de trabajo que pudieran explicar este fenómeno:
  1. La gestión del talento editorial: al tener una gran potencia económica este perfil de editoriales contratan editores de gran «olfato» literario.
  2. Son editoriales con un marcado carácter comercial: no tienen un sesgo cultural-apostolar.
  3. Son empresas que no tienen editores sino «coolhunters» («cazadores de tendencias») que saben leer tendencias emergentes en la sociedad de cada país.
  4. La potencia económica de la editorial –o de su grupo- determina el acceso a manuscritos y autores de cachés muy altos. Esto podría explicar un Follet, un Le Carré o un Grisham, pero no explicaría un Dan Brown, un John Boyne, el primer Harry Potter o el mismo Larsson.
  5. Son empresas con capacidad para desarrollar un marketing coherente y congruente, con un apoyo cruzado desde otras partes del conglomerado mediático.

¿Y usted qué piensa? ¿Se debe a alguno de estos factores causales? ¿No será un mix de varias hipótesis? o ¿a una casualidad dentro de la teoría de las catástrofes? La pandemia del best seller ¿propiciará la caída del precio fijo?

Terminamos con una cita de Roberto Pliego: ¿En qué se parece un best seller a una hamburguesa? En que uno y otra están hechos de ingredientes poco fiables y saben mejor cuando se ofrecen a precio de ganga.