21 abril 2009

MENOS ES MÁS. ¿UN DECRECIMIENTO NECESARIO?

Hace ya varios meses adquirí, aceptando la recomendación de los libreros de una de mis librerías habituales, Marcial Pons Economía, un libro de Serge Latouche, Pequeño tratado del decrecimiento sereno, de editorial Icaria; hace unas semanas me pasó exactamente lo mismo, pero esta vez en librería Miraguano, y acepté el consejo de comprar el libro de Nicolás Ridoux, Menos es más, introducción a la filosofía del decrecimiento, de editorial Los libros del lince.

Se trata de dos libros que vienen a cuestionar y a poner en solfa gran parte de la teoría clásica del crecimiento en economía, al margen de poner en duda abiertamente gran parte de las lecturas de esta materia realizadas por mí en los últimos años, y que están generando un cierto movimiento social en Europa en torno a su planteamiento. La tesis es relativamente sencilla: parte de la base de considerar que decrecimiento no es igual a recesión, sino más bien la imposibilidad de crecer indefinidamente a partir de recursos finitos.


Aboga, pues, por un planteamiento y un paradigma basado en la sostenibilidad, en una lógica de consumo responsable y en la conservación de los recursos, todo ello bajo una redistribución más racional y lógica de la riqueza y del propio trabajo. En resumen, dos libros fantásticos y de obligada lectura, más académico el primero y más fácil de leer el segundo; en ningún caso es necesario tener un gran bagaje de lecturas económicas para seguirlos y comprenderlos.

Pero como esto no es un blog de economía vamos al tema que nos sugieren estas dos lecturas, y que no es otro que la aplicación del modelo que proponen al sector del libro. ¿Era sostenible el modelo editorial español? ¿No estábamos inflacionando una burbuja editorial? Veamos: contra el crecimiento ilimitado de títulos podríamos oponer algunos recursos finitos del sector:

· La masa de lectores habituales permanece constante o en regresión (a pesar de lo que dicen las encuestas).
· El espacio físico de exposición –librerías de verdad- está estancado o en abierta regresión. ¿Puede tener visibilidad la ingente producción española?
· El crecimiento de los precios año tras año choca frontalmente con la limitación de la renta disponible en la generación cero, grupo demográfico que debería sustituir a los baby boomers de la generación de los 60-70, y que son los compradores de entre 20 y 35 años, que se encuentran con cero trabajo, cero renta y cero expectativas.

El sector debería aprovechar la situación para rediseñarse y establecer un modelo más sostenible, racional y lógico de lo que era hasta la fecha. Parece evidente que hace ya tiempo que necesita una hoja de ruta y un potente GPS. Me dicen que el nuevo presidente de la Federación, don Pedro de Andrés, ha enviado a los editores una carta en la que establece un plan de trabajo ciertamente importante, la iniciativa parece coherente y le felicito por ello. Le insistiría en dos cuestiones: la reforma estructural del sector –en sus conceptos y en sus órganos de dirección- parece más que obvia; y la construcción de un nuevo corpus conceptual para el sector y un congreso del libro: editores, distribuidores y libreros parece esencial….
En resumen, parece necesario “decrecer” para racionalizar el sector.

1 comentario:

Íñigo dijo...

En esa misma dirección apunta Jonathan Karp en Publishers Weekly tras hacer un divertido repaso de los libros que encontró en una librería de su barrio:

"We are acquiring and publishing too many books. We buy them opportunistically, and at times thoughtlessly. We edit and launch them too quickly. We market them carelessly and ephemerally. Too often, we abdicate our responsibility to be filters, guides, guardians and gatekeepers. And now, as in many other industries, we are suffering the effects. Anyone in a bookstore can see that. [...] The underlying problem facing the industry is twofold: there are too many books, and too many of them are derivative of each other".

Saludos.