Los últimos días han sido pródigos en noticias relacionadas con los problemas de liquidez del Grupo Prisa para hacer frente a corto plazo a sus obligaciones con entidades bancarias. Diversos son los temas que ocupan las cabeceras de las agencias de noticias: la venta de Digital+, el balance deudor de las cuentas de PRISA, la restructuración de El País, o los nuevos directivos del Grupo. Por encima de todo está desatando una oleada de rumores sobre las diferentes empresas que conforman el grupo que podrían ser vendidas. Nos llama especialmente la atención la posibilidad de venta del Grupo Santillana (Taurus, Alfaguara, Altea y Richmond); y sobre todo los posibles compradores que se postulan. Por un lado, Lagardère (que integra el Grupo Hachette-Filipacchi, con un numeroso elenco de cabeceras de revistas, y los grupos españoles Anaya y Bruño). Con Lagardère, PRISA tiene ya sus bingos. Por otro lado, y el Grupo Pearson (Prentice Hall, Alhambra, Longman).
¿Por qué nos llaman la atención estos candidatos? Ambos grupos participan de manera preeminente en el área del libro de texto. Prodríamos aventurar con qué ojos la Comisión Nacional de la Competencia vería la formación hipotética de un conglomerado que integrase Anaya y Santillana, líderes absolutos de la venta de libros de texto en España, de lo que resultaría prácticamente una situación absolutamente monopolística. Pero vayamos a otra cuestión no menos importante. ¿No hay un tercer jugador interesado en el envite de la compra de Santillana? ¿Está esperando su momento? ¿Qué grupo editorial español no participa del negocio del libro de texto en España y se ha tenido que ir a comprar una división similar a Francia? ¡Bingo!: El Grupo Planeta. Recordemos las declaraciones de Lara, en mayo pasado, cuando aseguraba que: "el único entorno en el que en España nos gustaría entrar es en el del libro de texto, y no puedes hacerlo con una nueva firma. Debes entrar en una de las tres grandes (Santillana, Anaya y SM), y ninguna está en venta". Nos surgen dudas sobre la posibilidad real de la venta de Santillana: se trata de una empresa con un gran flujo de caja, lo que la hace atractiva para inversores, pero precisamente por ello nos imaginamos que el grupo matriz se resistirá a ponerle el cartel de "en venta". Eso nos hace aventurar que no se venderá, pero de hacerlo, apostaríamos por el tercero en discordia. Nos sentimos como el escritor de novelas del oeste Holly Martins, que tras la extrana desaparición de su amigo Harry Line, está resuelto a desenmascarar definitivamente la identidad del misterio tercer hombre. ¿No escuchan ya los acordes de la cítara?
2 comentarios:
El problema de Prisa es que, dada la crisis actual, ni vendiendo Digital+ saldaría la deuda con los bancos que le vence este marzo. Y los bancos ya le han dicho que son reticentes a renegociar esa deuda. Así que a lo mejor, por mucho que no quiera (ya que Santillana le da prestigio y saldo positivo en las cuentas) quizá no les quede más remedio que vender.
Aunque no creo que Planeta tenga liquidez para comprar. Sus inversiones en medios de comunicación (deficitarias) y su compra de Editis, le han restado la capacidad pata emprender la comprad de otro gigante como Santillana.
wow... que descubrimiento este blog.
Volvere mas seguido.
beso!
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