12 junio 2009

LA EDICIÓN INDEPENDIENTE EN FRANCIA

Hace unos días cayó en nuestras manos un librito interesante titulado ¿Para qué sirve el libro? Divagaciones heterodoxas, de Editorial Popular, escrito por un conjunto de autores franceses entre los que se encuentra A. Schiffrin y Eric Hazan.
El libro, cuyo título original es Le livre: que faire?, fue editado en Francia en 2008 y repasa una serie de temas sobre la situación y problemática del mundo el libro, a partir de datos de la situación del mercado del libro en Francia, pero el análisis general es perfectamente trasladable al mercado español.
Extractamos de él una serie de consideraciones, a modo de cata:
· A juzgar por el número de médicos que lo atienden, el libro no se encuentra nada bien.
· De lo que se trata hoy es de salvar al “libro”, considerado como una categoría única y homogénea. Ahora bien, todos sabemos que la realidad es otra. Por un lado, existe un número de libros que son productos industriales, elaborados siguiendo las reglas del marketing, y comercializados ante todo con el apoyo de los grandes canales habituales existentes a lo largo y ancho del país.
· Si los principales medios y los grandes grupos editoriales están en manos de los aliados de Sarkozy, ¿cuál es la alternativa? Aquí la existencia de la edición independiente es crucial.
· El hecho de que algunos diarios y editores pertenezcan a fundaciones independientes, sin fines lucrativos, o a cooperativas, parece ser el mejor medio de preservar la autonomía política y cultural.
· Interesantísimo el capítulo sobre los derechos de autor, en el que se reproduce un texto de Victor Hugo escrito en 1878, que no tiene desperdicio, y en el que se plantean los límites de este derecho. Nos imaginamos lo que hubiese dicho si en su época funcionasen las sociedades de recaudación e Internet.
· Los altibajos que afectan a la economía del libro nos obligan a reconsiderar radicalmente los dispositivos de ayuda pública, tanto a nivel nacional como regional.
· La máquina de distribución tiene sus propios criterios, que funciona dejando de lado a buena parte de los libreros y editores independientes.
· En lo que concierne a la hiperproducción: ¿en qué momento se pasa de la “diversidad válida” a la “profusión malsana”?
· Antes, los proveedores de las bibliotecas podían acordar un descuento que llegase hasta un 20% o un 25%, lo cual daba una ventaja absoluta a los grandes mayoristas en detrimento de los libreros, que no podían permitírselo. Hoy en día, el descuento está limitado al 9%.
En resumen, un libro interesante, imprescindible y de obligada lectura para todos los profesionales del mundo del libro, incluidos por supuesto los bibliotecarios. Saludamos con alegría y admiración la aparición de este tipo de libros en España, coincidiendo con la salida de los dos nuevos títulos de la colección Tipos móviles, de Trama Editorial. ¿Es casual que ambas iniciativas sean publicadas por editores independientes?

No hay comentarios: