27 mayo 2009

LA FERIA DEL LIBRO, SIN CRISOL, ES MENOS FERIA

La Feria del Libro se inaugura este viernes. Hoy ha comenzado el montaje, pero este año faltará a la cita una librería muy especial. Ayer asistimos a la entrega del Premio Alfaguara de Novela 2009 en la sede social del Grupo Santillana. La cita no pudo ser más gozosa: ocasión de reencontrar amigos, gozar del discurso del ganador, oportunidad de jugar a contar famosos (altísimo porcentaje de gente del mundo del cine, quizá porque asistía la ministra González-Sinde) y un cóctel de nivel (aunque la cerveza no fue Mahou Cinco Estrellas, y eso que apoya al cine español).

El jamón y la cervecita al sol se les debió de fastidiar a alguno que otro: en riguroso silencio, en una concentración pacífica, más de cincuenta trabajadores de Crisol se manifestaron a las puertas del sarao, para así, con su silencio, sacar los colores a los señores de PRISA. En solidaridad con ellos, reproducimos aquí, el comunicado que redactaron los trabajadores de Crisol para los medios de Comunicación:

"Hace algo más de tres semanas se daba a conocer en diversos medios de comunicación el ERE a través del cual se lleva a cabo el cierre de las librerías Crisol. La noticia, aparte de los diversos enfoques que cada medio le aplicó, se nutrió principalmente del flujo de información proveniente de la empresa, es decir, un flujo unidireccional. Consideramos en este sentido que la información se torna sesgada y echamos en falta el punto de vista de los trabajadores. Solventar ese vacío informativo es el principal objetivo de este escrito.

"En primer lugar desearíamos resaltar un aspecto que nos parece importante. Desde años atrás se vienen adoptando una serie de decisiones por parte de las cabezas dirigentes de la empresa que han debilitado la calidad de oferta de las librerías, así como han mermado su capacidad de competencia con otros establecimientos del mismo ramo. Ante estas medidas desacertadas, se elevaron propuestas por parte de los trabajadores encaminadas a optimizar el rendimiento de las librerías. Unas propuestas desoídas de forma reiterada. Por contra, estas políticas de actuación desatinadas se han visto agudizadas ostensiblemente en los últimos meses, de tal forma que se puede afirmar que la empresa ha dejado morir, literalmente, a las librerías Crisol poco a poco.

"Desconocemos si la desidia o la falta de interés han guiado a los directivos a la hora de adoptar las susodichas políticas desacertadas (aunque a tenor de los últimos acontecimientos cabría preguntarse si han sido unas decisiones intencionadamente desacertadas); lo cierto es que paulatinamente y pese a los esfuerzos de los trabajadores de Crisol, la empresa ha logrado dejar cada vez más moribundo lo que había llegado a ser un referente de las librerías en el paisaje literario madrileño. Y esto último lo atestigua el elevadísimo número de muestras de indignación por un lado y apoyo por otro que los asiduos a los establecimientos nos han hecho llegar a través de diversos medios.

"Evidentemente, la empresa hace caso omiso de todo ello. Llegados a este punto, debe quedar claro que no pretendemos aquí criticar su decisión de cierre: una empresa es libre de cerrar cuando le venga en gana, pese al evidente perjuicio que esto pueda causar en los trabajadores y el consiguiente desacuerdo de los mismos. No obstante, nos gustaría matizar algunas cosas. Algunos de los argumentos esgrimidos por la empresa para justificar el cierre se ciñen a cuestiones referentes a mejora de resultados económicos, caída del consumo en el sector…, en definitiva asuntos que nos remiten a una cierta inviabilidad económica. Pero recordemos que precisamente Santillana incrementó sus ingresos en 2008.


"Habría mucho que hablar sobre ello, pero como muestra un botón; este extracto de la noticia aparecida en la página web de la cadena Ser con fecha 01/05/09 refiriéndose a los beneficios obtenidos por el grupo PRISA el año pasado habla por sí solo: “los ingresos por la venta de libros y formación han aumentado un 10,7%, hasta llegar a los 153,69 millones de euros frente a los 138,81 millones obtenidos en el mismo periodo de 2008”. ¿Inviabilidad económica? No.


"Sus criterios de inviabilidad van encaminados en otro sentido; más bien se encuentran inscritos en la reorientación que la empresa desea imprimir a sus negocios. Y esto es legítimo. No nos parece mal que una empresa deseé ampliarse por otros terrenos distintos a los que anteriormente había roturado. De lo que nos quejamos es de que, puesto que el elemento económico no es el principal lastre en este caso concreto, se eche a la calle en unas condiciones económicas irrisorias a personas que llevan prácticamente toda su vida laboral en esta empresa.

"Los trabajadores de Crisol, con su buen hacer y su profesionalidad, son los que en definitiva han logrado que el nombre de Crisol se haya afianzado en el panorama de librerías de prestigio y con carisma de la vida madrileña, donde el trato personal y la cercanía con el cliente son la marca distintiva. No pretende ser esta afirmación un vano elogio a nuestro trabajo, sino más bien una simple muestra de que nuestro quehacer diario ha proporcionado un renombre y una calidad a estas librerías y, por tanto, deseamos que se nos reconozca esta labor y que, ante el despido inminente, se nos trate con justicia. Simplemente eso, nada más.

"Finalmente, sólo decir que nos ponemos a disposición de este medio de comunicación si desea contactar con nosotros para ampliar o aclarar la información, ideas y opiniones plasmadas en este comunicado. Atentamente, los trabajadores de Crisol. trabajadoreslibreriascrisol@yahoo.es".

Hasta aquí el comunicado de los trabajadores de Crisol.

Algunos han dicho en voz alta que el cierre de las librerías Crisol no tiene nada que ver con la crisis económica y con el pinchazo de la burbuja editorial, sino más bien con los problemas financieros del Grupo PRISA. Quizá lleven razón. Lo que es cierto es que cuando cierren definitivamente la librería del edificio Aguilar, en Juan Bravo, el barrio de Salamanca perderá uno de sus referentes culturales más simbólicos. ¿Qué abrirán después en ese local? ¿Una tienda de ropa de marca?

Cuando se cierra, si no es sustituida en un tiempo por otra, una librería no se recupera nunca. Sus clientes no se repartirán sin más en otras librerías de la zona. No perderemos pues una librería sin más. La comunidad lectora que fidelizaron los libreros de Crisol, errará como en el limbo en busca de "su librero amigo", dando vueltas sin rumbo entre pantalones y camisetas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Francisco:
Mil gracias por su apoyo y comprensión.
Un saludo.
Los trabajadores de Crisol

Paradigma Libro dijo...

Un saludo y gracias a vosotros. Detrás de Paradigma estamos Manuel Gil y Fco. Javier Jiménez, que hemos sido libreros durante muchos años. Intentaremos daros cobertura desde este blog.